Descripción

En esta ocasión, si te gustan los anillos grandes, puedes disfrutar de esta amatista en bruto engarzada sobre un anillo de plata envejecida.

Para los curiosos os contamos por aquí que el origen del nombre de amatista nace de una leyenda Griega, en la que Dioniso, el Rey del vino (del vino tinto, en este caso, jejeje…) se enamoró perdidamente de una doncella llamada Amethysos. Esta bella doncella, (en todas las leyendas griegas las doncellas eran bellas vete tu a saber porqué) que pedía a los dioses permanecer casta, fue escuchada por Artemisa, que para protegerla y cumplir sus deseos, la convirtió en una preciosa piedra blanca. Dioniso, al ver a su amada convertida en piedra, rompió a llorar, (no me extraña nada, los hombres también lloraban en la mitología griega) y se dice que vertió una copa de vino sobre la misma roca que albergaba el corazón de su amor, tiñéndola de ese color tan especial de la amatista.

Y zas!! aquí apareció la amatista. Este es el origen de su nombre.  Ya habrás adivinado que se trata de la piedra del amor.

¡¡Yo me acabo de enamorar de este anillo!!